¿Tienes una idea de negocio? Bienvenido a la fase pre-seed
Si estás en ese momento de validar tu idea de negocio o apenas comienzas a armar un equipo, podrías estar justo en el inicio del camino startup: la fase pre-seed.

Cámarabilbao
Muchas personas emprendedoras se lanzan con ilusión a poner en marcha su proyecto sin saber que están en una etapa muy concreta y crucial del viaje emprendedor: la fase pre-seed. ¿Has tenido una idea de negocio? ¿Estás haciendo encuestas, probando soluciones o hablando con potenciales usuarios sin tener aún un producto terminado? Si es así, es probable que estés dentro de esta fase. Y aunque el término suene técnico, lo cierto es que define con precisión lo que muchas personas están viviendo sin saberlo: el punto cero del emprendimiento.
¿Qué es exactamente la fase pre-seed?
La fase pre-seed, también conocida como “pre-semilla”, es el momento más temprano en la vida de una startup. Ni siquiera se considera que la empresa esté plenamente en funcionamiento. Ocurre antes de que exista un producto mínimo viable (MVP), antes de tener métricas, clientes o ingresos. Es el momento en el que una idea empieza a tomar forma, se empieza a validar y se buscan los primeros recursos para convertirla en algo real.
En esta etapa, el foco está en la conceptualización y la validación básica de la idea. Es decir, entender si el problema que quieres resolver existe realmente, si hay suficientes personas que pagarían por tu solución, y si tienes los recursos y conocimientos mínimos para construir una propuesta de valor sólida.
Esta fase se distingue de otras etapas de una startup por tener:
- Alta incertidumbre: No se conoce bien el mercado objetivo ni quiénes serán los competidores, lo que complica la toma de decisiones estratégicas.
- Recursos limitados: El financiamiento, en la mayoría de los casos, proviene del bolsillo de los fundadores, de personas cercanas o de inversores informales como los conocidos ángeles inversores. Esto obliga a priorizar al máximo y centrar el gasto en lo más esencial.
- Riesgo elevado: Las probabilidades de que algo no salga como se espera son altas. La falta de validación, el desconocimiento del entorno, la presión del tiempo y la escasez de recursos convierten esta fase en una de las más arriesgadas.
- Adaptabilidad: La capacidad de ajustar la propuesta de valor, el modelo de negocio o incluso el producto en función del aprendizaje es vital. Ser flexible ante los cambios es un factor clave para sobrevivir y evolucionar.
- Validar la idea: El gran objetivo en esta fase no es vender, sino comprobar que la idea realmente resuelve un problema real. Se hacen pruebas y experimentos de bajo coste con clientes potenciales, con el fin de obtener aprendizajes rápidos sin comprometer muchos recursos.
- Desarrollo de un MVP (Producto Mínimo Viable): Una versión inicial, simple y funcional del producto o servicio es la mejor herramienta para poner la idea a prueba. El MVP permite medir el interés, recoger opiniones reales del mercado y ajustar el rumbo en función de esa retroalimentación.
- Pensar en escalabilidad: El objetivo es construir algo que pueda ampliarse rápidamente y que tenga capacidad para captar una porción relevante del mercado.
- Iteración constante: Los fundadores prueban, reciben feedback, corrigen y vuelven a intentarlo. Este enfoque ágil y flexible es lo que permite que el proyecto evolucione de forma natural y se adapte a lo que el mercado realmente necesita.
¿Cómo financiar tu startup en fase pre-seed?
Aunque en la fase pre-seed las opciones de financiación no son tan amplias como en etapas posteriores, hay varios caminos que pueden ayudar a conseguir los recursos iniciales para validar tu idea y empezar a construir. Aquí te compartimos los más habituales:
- Autofinanciación: Muchos emprendedores empiezan utilizando sus propios ahorros o incluso vendiendo activos para obtener un pequeño capital inicial. Es una forma de mantener el control total sobre el proyecto, aunque con recursos limitados.
- Familia, amigos y Fools: Buscar apoyo económico entre personas cercanas o conocidas es común en esta etapa. También puedes contactar con inversores ángeles interesados en apoyar proyectos incipientes, especialmente si creen en el equipo y el problema que estás abordando.
- Subvenciones y concursos públicos: Existen programas gubernamentales, ayudas locales y concursos de emprendimiento que ofrecen apoyo económico sin necesidad de ceder participación en tu empresa. Suelen requerir una buena presentación del proyecto y cumplir con ciertos criterios, pero son una opción muy valiosa.
- Incubadoras y aceleradoras: Estos programas ayudan a startups en fase temprana con mentoría, formación, espacio de trabajo, contactos clave y, en algunos casos, financiación. A cambio, es habitual que pidan un pequeño porcentaje del capital. No todas las startups califican, pero si encajas en sus criterios, pueden darte un gran impulso.
- Crowdfunding: Las plataformas de financiación colectiva permiten presentar tu idea a miles de personas y recaudar fondos a cambio de recompensas o participación en el proyecto. Es útil si tienes una propuesta atractiva que puede conectar emocionalmente con una audiencia amplia.
- Préstamos o líneas de crédito: Aunque son menos comunes en esta fase por el riesgo que suponen, algunas startups acceden a financiación bancaria o microcréditos. Es importante tener cuidado con esta opción si todavía no generas ingresos estables o no tienes garantías suficientes.
Estas primeras rondas de financiación —aunque modestas— son fundamentales para poner en marcha el proyecto, validar hipótesis y demostrar que tu idea tiene tracción. La clave en esta etapa no es tanto levantar grandes cantidades, sino conseguir lo necesario para avanzar con inteligencia y prepararte para lo que viene después.
Da forma a tu idea de negocio con Impulsa Startup
Si te encuentras en esta fase, Cámarabilbao te ayuda con Impulsa Startup. La segunda edición de este programa está enfocada a ayudarte a dar forma a tu idea de negocio de base tecnológica. Mediante esta formación impartida por profesionales en activo que ejercerán como mentores se busca apoyar el crecimiento y desarrollo de las startups y las personas emprendedoras innovadoras mediante un asesoramiento individualizado.
En la primera fase aprenderás a convertir tu idea en negocio y a construir tu Producto Mínimo Viable o Prototipo mediante sesiones presenciales de formación, un programa de tutorías y la ayuda de un mentor. En una segunda fase aprenderás a escalar tu negocio y a presentar tu proyecto ante inversores. El mejor proyecto recibirá un premio de 4.800 euros y el segundo 1.600 euros.