El presidente de Orkestra reclama mayor realismo en la transición energética

“Hay que afrontar la transición energética con medidas eficaces y realistas que no lastren la competitividad de las empresas”. Así se ha manifestado el presidente de Orkestra – Instituto Vasco de Competitividad, Iván Martén, en su intervención en Los Viernes de la Cámara, el punto de encuentro con la empresa, la industria, la economía, las instituciones, la cultura y la sociedad organizado por la Cámara de Comercio de Bilbao en colaboración con Neinor Homes.

Durante su ponencia, titulada El camino hacia una competitividad sostenible y efectiva, Martén ha repasado los cambios que se están produciendo en la economía mundial, especialmente en las cadenas de valor basadas en los combustibles fósiles, a otras fundamentadas en los materiales críticos; en el desplazamiento de los lugares de producción a países con una visión más industrial de la economía; y en las relaciones comerciales, con unos EE. UU. proteccionistas, y una Europa que ‘exporta’ sus emisiones.

Martén llamado a “no confundir los objetivos” y afrontar la tarea de descarbonizar el mundo con el menor coste social posible, “y no centrarse en exclusiva en los hidrocarburos, sin considerar la responsabilidad de una sociedad basada en su consumo”. “La transición energética – ha dicho -, necesita de una actuación y una colaboración global en un entorno en el que las organizaciones internacionales como la ONU, la IEA o la COP no funcionan”.

En su análisis del panorama internacional Iván Martén ha destacado como “ganadora a China, gracias a su estrategia a largo plazo siguiendo una lógica industrial”. De EE. UU., ha subrayado su pragmatismo y “una legislación sencilla que apoya y atrae inversiones”; de Oriente Medio, que “estén aprovechando la transición energética para su propia transición industrial”; de África, que “reclaman el acceso a la energía y al desarrollo económico para paliar el problema del hambre”; de Latinoamérica, “su gran potencial, que necesita estabilidad para poder atraer inversiones”; y de Rusia, que “a través de países ‘lavadora’ sigue exportando gas y petróleo”.

Enfocando su análisis a Europa, Martén ha dicho que “no existe una política común”, por lo que requiere implementar cinco acciones: llevar a cabo una transición inteligente y pragmática con una hoja de ruta compartida; marcos regulatorios efectivos y estables, evitando una burocracia que perjudica especialmente a las pymes; orientar las políticas de I+D+i hacia la descarbonización; transformar las infraestructuras empresariales y facilitar la financiación para ello; y reforzar el rol de la ciudadanía como actores consecuentes con el cambio climático.

En cuanto a Euskadi, Martén opina que “debemos consolidar nuestro liderazgo industrial en transición energética, aprovechando nuestro potente ecosistema empresarial para avanzar en soluciones tecnológicas”. “En Euskadi y Bizkaia tenemos una industria transformadora, un entorno institucional favorable y una buena base de talento, que está comprometidos y trabajando para aprovechar la transición energética para mejorar su competitividad”.