Jacinto Lobo: “En Euskadi tenemos mimbres para poder hacer la transición energética”
El experto en energía y asesor de Barbo Renovables ha participado este viernes en una nueva jornada de Los Viernes de la Cámara.

Jacinto Lobo, experto en energía y asesor de Barbo Renovables, y José Ignacio Zudaire, presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, durante Los Viernes de la Cámara.
Cámarabilbao
El experto en energía y asesor de Barbo Renovables, Jacinto Lobo, ha compartido hoy su visión realista, y basada en datos, sobre la transición energética en una nueva edición de ‘Los Viernes de la Cámara’, que organizamos en colaboración con Neinor Homes. Pese al panorama un poco desalentador de la situación actual, es optimista. “porque en Euskadi tenemos conocimiento para poder hacer esa transición “, ha manifestado.
Entre 2050 y 2060 todos los países debemos alcanzar emisiones netas cero (NZE) y así limitar la subida de la temperatura media terrestre a < 2 grados centígrados, con sus negativos impactos en la biota. “Todas las transiciones energéticas – ha matizado- han durado entre 50 y 60 años y estamos en el camino para descarbonizar la economía, electrificándola, pero con electricidad renovable”.
Jacinto Lobo ha aportado, incluso, datos históricos de otras revoluciones energéticas y donde queda clara la correlación entre demanda de energía y el PIB. “En el siglo XIX en el Mundo despuntan ambas por la entrada del carbón sustituyendo a la biomasa como fuente de energía , fruto de la Revolución Industrial nacida en Inglaterra unos años antes. Fue un siglo donde ocurrieron cosas extraordinarias: desarrollo de la teoría del calor y su aprovechamiento (termodinámica), invento de los motores Otto y Diésel o la aparición de la electricidad”, ha explicado. El reto ahora es la descarbonización sin afectar al PIB, un reto que urge porque “si la concentración de gases efecto invernadero sigue creciendo, podemos estar cerca del punto de no retorno, lo que provocará efectos catastróficos, y la energía tiene mucho que ver pues supone el 67 % de las emisiones de dichos gases”
De la energía final la industria absorbe el 38%, los edificios el 30% y el transporte el 26%. Los retos son por lo tanto dos: la electrificación del sistema de movilidad, y contar con energía térmica en industria y vivienda.
La electricidad es potencia, energía, tensión y frecuencia, y hay que combinar las cuatro características para que no ocurra un apagón como el de abril. Hasta muy recientemente la flexibilidad necesaria para dar estabilidad al Sistema Eléctrico la proporcionaba la hidráulica, la nuclear, el carbón, el gas y la biomasa. Los costes medioambientales con su internalización ya han eliminado el carbón y pasará lo mismo con el gas. En 2035 está prevista la retirada de la nuclear y, en este punto, ha hecho una reflexión: “¿por qué no considerar alargar su vida cuando puede ayudar a la transición energética? Otros países ya lo hacen”. Lobo ha incidido en que cuando construíamos nucleares, la gente pedía renovables; y ahora que hacemos renovables la gente no las quiere cerca. “Queremos progreso, pero no queremos las herramientas para conseguirlo y menos cerca. Es una paradoja. Es un problema de educación y darnos cuenta de la realidad, de que nada es inocuo”.
Desde la perspectiva que le proporciona una larga trayectoria profesional en el ámbito de la energía, ha explicado que las nuevas tecnologías de almacenamiento y de inercia sintética y el refuerzo de las interconexiones no siguen el ritmo de implantación que requiere el desacoplamiento de las fósiles síncronas. “La descarbonización necesita más tiempo; cambios radicales en nuestros hábitos de consumo y movilidad; y el desarrollo de tecnologías nacientes como la bomba de calor con geotermia profunda, generación eléctrica fotovoltaica en órbita geoestacionaria (SBSP ) que China ya lo tiene en pruebas; captura y reutilización de CO2; y otras por nacer”, ha comentado.
Por ello, ha concluido que el 28 abril ocurrió algo que puede ser bueno si lo aprovechamos, a título individual y colectivo “Como decía Platón, el más rico es el que menos necesita. Probablemente debamos prescindir de cosas que no nos hacen felices y, de esa manera, nosotros también contribuiremos así a esa transición energética“