Glocalización: pensar global, actuar local
Las grandes empresas comerciales internacionales ya han empezado a aplicar la glocalización ajustando sus productos/servicios a las necesidades locales.
Cámarabilbao
El término glocalización es un acrónimo formado por las palabras globalización y localización. Aunque el término lo inventó Roland Robertson, un sociólogo británico, hay que decir que muchos empresarios japoneses adoptaron esta estrategia de primera mano. No la llamaron glocalización, sino “dochakuka” que en español significa “el que vive su propia tierra”. Se dieron cuenta de que cada entorno tiene sus necesidades distinguidas, y conocer la demanda local era esencial.
Esta locución es un concepto que trata de interrelacionar lo global con lo local como estrategia empresarial y alternativa de desarrollo de nuestra sociedad. La glocalización implica la simultaneidad, la co-presencia, tanto de tendencias universalizadoras como particularizadoras. Su filosofía es clara, “pensar globalmente y actuar localmente”. ¿Pero qué significa esto exactamente? y ¿Qué implicaciones tiene para el comercio?
Sin saberlo, muchas empresas, para sobrellevar la difícil situación en que les puso la pandemia del COVID-19, han empezado a desplegar estrategias glocales. Un claro ejemplo se ve en como las empresas se están interesando cada día más por la administración y diversificación de proveedores. Así evitan depender de una única fuente de suministro. También se ha visto como varias de ellas despliegan estrategias de integración horizontal para depender menos de terceros. De hecho, la industria manufacturera en China es un gran ejemplo de cómo la autosuficiencia es una clave para el crecimiento en un mundo cada vez más impredecible.
Glocalización también es tener un pensamiento global, pero de consumo local. El reto de la sociedad futura es ir un paso más adelante de las barreras o las fronteras, aunque es evidente que se debe debatir y rebatir con educación y argumentos. El futuro pasa por asumir el mundo global, pero manteniendo siempre nuestra esencia local que nos hace únicos, nos hace de la tierra de donde somos y, sobre todo, nos hace especiales.
Ser glocal implica defender la economía local, la producción en tu entorno, la compra de cercanía, mucho más sostenible. Pero con relocalizar no es suficiente, también implica cambiar radicalmente los hábitos de consumo, de movilidad, apostar por la transición energética y reducir drásticamente lo innecesario, reutilizando, reparando y acabando con la obsolescencia programada.
Para los comercios que estén vendiendo online la glocalización supone todo un reto. Se puede aplicar un doble posicionamiento:
- Como comercio local que ofrece sus productos locales al resto del mundo con la intención de captar a consumidores locales expatriados o bien consumidores foráneos que aprecien los productos locales.
- Como comercio global que trabaja con diversos productores locales de distintas áreas geográficas y que trata de captar a un consumidor local de esas zonas particulares. En este caso todos los productos deben compartir unas características comunes que atraigan un perfil determinado de consumidor.
Si quieres ampliar esta información y conocer las claves para implantar la glocalización en tu negocio consulta la versión completa del artículo en el último Informe de Tendencias en Comercio elaborados por Enfokamer, Observatorio del Comercio de Euskadi, entidad perteneciente al Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco.
