Daniel Ruiz Corres (Robotekin): “Euskadi tiene todos los mimbres para liderar la transición hacia la robótica y la automatización”
El Director de la asociación Robotekin, cuya misión es posicionar al País Vasco como un destino puntero en tecnologías de robótica y automatización, encabezó una nueva jornada de la Comisión de Transformación Digital de la Cámara de Comercio de Bilbao.

Cámarabilbao
Este 20 de mayo, la robótica y la automatización de procesos se convirtieron en el tema central de la Comisión de Transformación Digital de la Cámara de Comercio de Bilbao. En este encuentro, Daniel Ruiz Corres, Director de Robotekin, impartió una ponencia donde se abordaron los retos y las oportunidades de la automatización industrial.
Robotekin, la asociación de robótica y automatización de Euskadi, que dirige desde este año Ruiz Corres, nació para generar un ecosistema basado en la confianza y la cooperación/competición entre sus socios. Su misión es posicionar al País Vasco como un destino puntero en tecnologías de robótica y automatización, inspirados por hubs internacionales como el de Odense, en Dinamarca. Creen que Euskadi tiene las condiciones necesarias (asociacionismo, tejido industrial potente y centros de formación). Actualmente, cuentan con 58 socios, incluyendo grandes empresas, universidades, pymes y startups, cubriendo toda la cadena de valor en Euskadi.
La ponencia arrancó con una precisión conceptual clave: ¿qué se considera un robot industrial? Según la norma ISO 8373, se trata de un manipulador multifuncional, reprogramable, controlado automáticamente y programable en tres o más ejes. Puede ser fijo o móvil y está destinado a su uso en aplicaciones industriales. En este campo, existen múltiples tipologías: robots articulados (antropomórficos, cilíndricos, polares), cartesianos, scara o tipo delta, entre otros.
Asimismo, se ofrecieron datos macro en la implantación de este tipo de dispositivos a nivel industrial, siendo China el país que lidera actualmente el ranking global de implantación de robots, con 276.000 unidades instaladas en 2023. España, por su parte, se sitúa en un destacable décimo puesto a nivel mundial, con 5.100 nuevas unidades ese mismo año, impulsada principalmente por el sector de la automoción.
La evolución de la robótica industrial se ha desarrollado en cinco generaciones, apuntó el director de Robotekin. La primera estuvo marcada por robots manipuladores simples. En los años 70 surgieron los robots con capacidades de aprendizaje básicas, seguidos en la década de los 80-90 por aquellos capaces de tomar decisiones, como los primeros AGV (vehículos guiados automáticamente), aunque con prestaciones limitadas. La llegada del siglo XXI trajo consigo la cuarta generación: los robots colaborativos. Estos están diseñados para interactuar de forma segura con los humanos, y ya se emplean en múltiples entornos industriales.
En la actualidad, se está gestando la quinta generación de robots, que integra inteligencia artificial para desarrollar tareas cada vez más complejas. “La inteligencia artificial lleva varios años aplicándose en robótica”, puntualizó Ruiz Corres, subrayando que no se trata de una tendencia reciente, sino de una evolución tecnológica. La IA permite ahora a los robots adaptarse a su entorno, modificar trayectorias en tiempo real y aprender de situaciones nuevas, dotándolos de una versatilidad inédita hasta la fecha.
Coste, seguridad y futuro: los retos de la robótica
La robótica está revolucionando los procesos industriales, pero su despliegue generalizado todavía debe superar varios desafíos cruciales. Entre ellos, destacan tres grandes bloques: el coste, la seguridad y la adaptación al futuro.
Aunque los precios de adquisición de robots han descendido en la última década, su integración efectiva conlleva inversiones adicionales en rediseño de procesos, formación de personal, mantenimiento, interoperabilidad y ciberseguridad. Las pequeñas y medianas empresas, en especial, necesitan apoyo para afrontar estos costes sin perder competitividad.
En materia de seguridad, el reto es aún más complejo. Europa se prepara para aplicar marcos legales como el Cyber Resilience Act o la directiva NIS2, que exigirán a fabricantes e integradores incorporar ciberseguridad desde el diseño de sus soluciones robóticas. La resiliencia frente a ciberataques en entornos industriales no es opcional: es una condición imprescindible.
El tercer gran reto mira al futuro. Daniel Ruiz Corres subrayó que vivimos en un mundo cada vez más robotizado y automatizado. “Hay pocas cosas que hoy en día no sean automatizables”, afirmó. La robótica del mañana será móvil, inteligente y autónoma. Tecnologías como los robots humanoides, la robótica blanda, los microbots o los sistemas quirúrgicos avanzados ya están marcando una nueva etapa. Para que este salto tecnológico beneficie a la sociedad en su conjunto, es fundamental que el desarrollo se base en la cooperación entre industria, formación e I+D.
El reto no es si la automatización llegará, sino cómo se prepararán las empresas para ella: “No es que vaya a llegar, es que ya está”. Daniel Ruiz Corres hizo un llamamiento a la acción coordinada entre instituciones, empresas y profesionales. En un entorno donde la competitividad depende cada vez más de la eficiencia y la tecnología, Euskadi tiene todos los mimbres para liderar esta transición. Pero debe hacerlo con estrategia, colaboración y una mirada a largo plazo. “La tecnología nos está cambiando. Nos cambia muy, muy rápido. La velocidad del cambio no da tregua: toca adaptarse, o quedarse atrás”.