Revolución en los medios de pago

Formas de pago alternativas a las tarjetas de crédito o débito, como son Bizum, Klarna, los Wallet de los smartphones o las tarjetas biométricas, vienen a revolucionar una tecnología surgida en los años 60.

Revolución en los medios de pago

12 mayo, 2022|Categorías: Retail|

Cámarabilbao

El dinero en efectivo parece acercarse a su fin. De hecho, las nuevas normativas establecen que cualquier consumidor que realice pagos en tiendas y establecimientos que sean iguales o superiores a 1.000 euros tendrá que optar por otra alternativa. Esta tendencia, y sus correspondientes restricciones, ha abierto todo un mundo a los bancos para ofrecer nuevos métodos de pago.

Las tarjetas bancarias ya fueron uno de los sistemas más usados en los meses más complicados de la pandemia por el temor a los contagios. Según un estudio de Visa, durante el último año este tipo de pagos aumentó un 37% en el caso de las de débito y un 25% en las de crédito.

Hoy en día, es posible pagar cualquier compra por diferentes vías, desde los Wallet incorporados en los smartphones, hasta mediante aplicaciones móviles como Bizum, que ya está trabajando en crear sistemas para facilitar su uso en los negocios. Las monedas y los billetes parecen no tener cabida en el futuro, especialmente ahora que Mastercard ha anunciado que dentro de dos años sus tarjetas recién emitidas carecerán de banda magnética.

Las que aún cuenten con ella convivirán con las de nueva generación hasta aproximadamente 2033, fecha en la que la compañía espera que sus socios (los comercios) estén ya en condiciones de dejar definitivamente atrás una tecnología nacida en los años sesenta.

De la banda magnética a tarjetas biométricas

El cambio no se producirá al mismo ritmo en todos los mercados donde opera Mastercard. La compañía dará paso a las llamadas tarjetas biométricas, que combinan huellas dactilares con chips para verificar la identidad del titular, lo que ofrece una capa más de seguridad.

Antes de ser activada, la tarjeta registrará (y encriptará) en su chip la huella digital de su titular. De este modo, al realizar cualquier pago, bastará con que el usuario coloque el dedo cuya huella conoce el chip sobre éste. Si la lectura coincide con el registro guardado, la tarjeta se activará para permitir el pago. La huella únicamente queda guardada en el chip de la tarjeta (ni el banco ni en la nube) lo que dificulta su clonación.

La transacción se completa con la inserción de la tarjeta en el datafono del comercio o con sólo acercarla a éste, lo que tanto para los comercios como para los titulares, además de la mejora de la seguridad, supone agilizar los pagos. Las tarjetas que dispongan de esta tecnología no requerirán de PIN, aunque también se podrá recurrir a éste si el usuario no puede colocar el dedo sobre el lector de la tarjeta o ha sufrido alguna lesión que impida la correcta comparación de la huella.

La revolución de las compras por Internet

Cabe destacar por otra parte el caso de Klarna, una startup financiera que se fundó en Estocolmo en el año 2005 cuya máxima es “compra ahora, paga después” y que está revolucionando el mercado de las compras por Internet. Su gran atractivo es que ofrece a los usuarios la posibilidad de comprar sin intereses y a plazos.

Posicionada como una clara competencia a las tarjetas de crédito tradicionales, defiende que quiere facilitar las compras online, haciendo que los pagos sean sencillos y seguros. Los usuarios pueden navegar a través de la app de Klarna y comprar en cualquier establecimiento adherido con las opciones de pago de Klarna. Es decir, que pueden pagar inmediatamente o hacerlo más tarde. Los usuarios también pueden administrar los gastos y los saldos disponibles, añadir artículos favoritos a sus colecciones, iniciar reembolsos, acceder a descuentos personalizados, recibir precios, enviar notificaciones o realizar un seguimiento de las entregas.

Al hacerse los pagos a través de la app, los usuarios no tienen que registrarse en un sitio de comercio electrónico distinto cada vez que quieren hacer una compra.

Klarna tiene más de 90 millones de usuarios y 250.000 establecimientos en 17 países, especialmente en Europa. A España llegó a mediados del año 2020 y lo hizo lanzado un sistema de “Paga en tres plazos”. Desde entonces, asegura que ya trabaja con 160 compañías.

Si quieres ampliar esta información y conocer más sobre tendencias en medios de pago, consulta la última entrega de los informes de tendencias en comercio elaborados por Enfokamer, Observatorio del Comercio de Euskadi, entidad perteneciente al Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco.

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